Espacios vacíos

Comenzamos a acercarnos a la fotografía con una propuesta que nos ha sorprendido: espacios vacíos. 

En clase hemos visto muchas fotografías. Las que más nos han gustado fueron las de Cosmo Laera en las que el lugar que se nos mostraba no tenía ninguna persona, como ocurría en Horizontes mediterráneos, donde una playa solitaria con sombrillas perfectamente ordenadas y cerradas se perdían en el infinito. Y otra imagen de Jordi Bernadó, Fortuna, donde las paredes de un edificio no tenía puertas ni ventanas, solo una alfombra nos indicaba que estaba habitado. Humberto Rivas en Barcelona nos muestra una pared de ladrillo con las puertas y ventanas que solo se distinguen por el marco que delimita el espacio donde deberían de estar, porque solo hay ladrillos. O Ferrán Freixa con Teatro Victoria Eugenia que muestra una sala sin más elementos que un atril en una esquina y la luz que indica la presencia de una ventana que no se ve.

Después, poco a poco, hemos analizado que estos lugares nos transmitían generalmente emociones y sensaciones como la ausencia, la melancolía, la añoranza. No eran espacios vacíos porque no hubiera elementos sino porque no estaban los que esperábamos encontrar.

Hemos aprendido lo importante que es tomar decisiones antes de hacer una fotografía. Tener en cuenta el encuadre de la imagen, el lugar y la distancia desde donde nos situamos, ver como cambia el espacio según la hora del día. A veces no sale la fotografía tal y como esperabas,  hay que tener paciencia y dejarte sorprender. 

También ha sido un aprendizaje el descubrir nuestro barrio, lugares que habitualmente transitamos, cercanos y a los que no prestamos mucha atención. Ver como cambia ese lugar al captarlo en una imagen, al recortar una parte y enmarcarla por los límites.

Nos han sorprendido mucho los resultados de los compañeros.

1º D Bachillerato